Es común que al ingresar a trabajar a una nueva empresa se programe una visita domiciliaria para aplicar un estudio socioeconómico al posible candidato. Y en la mayoría de las ocasiones los candidatos restan importancia.
Sin embargo el objetivo de una investigación socio laboral es poder corroborar la forma de vida, la escolaridad y antecedentes laborales y para muchas empresas puede ser la parte final para poder tomar una decisión ya sea para contratar o no al candidato.
A pesar de que en el proceso de selección se puede detectar a través de la entrevista y los exámenes psicométricos ciertos rasgos de conducta y el Curriculum Vitae puede estar bien hecho, hay ocasiones en que puede quedar una duda del ambiente que existe detrás de aquel candidato que con su plática y logros laborales convenció al reclutador.
Precisamente, una manera confiable de cerciorarse de los datos proporcionados por el aspirante, es realizar una investigación socioeconómica que incluya: puestos, empresas y períodos de tiempo. Éstos deben ser confirmados para saber que el candidato sabe hacer lo que dice y ha desempeñado los puestos que manifiesta de manera escrita en su currículum vitae.
Puntos importantes que debe de tener un estudio socioeconómico:
a) La zona geográfica en donde vive el candidato determina factores como el tiempo que invertirá diariamente en llegar a su lugar de trabajo.
b) Las condiciones de la vivienda miden la estabilidad económica de un prospecto; es decir, una persona que tiene ciertos gastos que cubrir no es tan sencillo que deje de laborar o que cambie de trabajo muy seguido. En cambio, si la persona no tiene gastos fijos, colegiaturas que pagar o dependientes económicos, se convierte en un candidato más “volátil”, por llamarlo de alguna manera, porque es más fácil que abandone el trabajo o que renuncie sin razón aparente. Esta situación representa pérdidas para la empresa por los gastos de capacitación, inducción y sueldo invertido.
c) La escolaridad también debe ser comprobable; es muy frecuente que para ciertos puestos se requiera de una escolaridad específica, desde preparatoria hasta maestría. Por lo tanto, es importante comprobar que el candidato realmente cursó un determinado grado académico, debido a que cada nivel de educación brinda herramientas cognitivas, organizacionales y hasta de vocabulario que la persona requerirá para desempeñar su puesto.
d) Las referencias laborales; éstas consisten en una investigación telefónica o personal que realiza una trabajadora social a los lugares que el candidato refiere en su currículo como empresas en las que trabajó anteriormente. En esa visita, la trabajadora social verifica que el candidato realmente haya estado contratado ahí, el tiempo que permaneció en la organización, el sueldo que percibía y referencias de conducta durante su estancia en dicho lugar.
e) Confirmar la información laboral contra las semanas cotizadas ante el IMSS o Infonavit, aquí podemos verificar si realmente el candidato está otorgando toda su historia laboral en su Curriculum Vitae o está omitiendo información laboral por tener alguna referencia negativa.
f) Las referencias personales o vecinales, sobre todo estas últimas nos pueden decir como es realmente el comportamiento del posible candidato en su entorno, si es un buen vecino, si es cooperativo o si es una persona que no saluda a nadie, no se preocupa por la zona donde vive , etc.
Es importante considerar que los estudios socioeconómicos son una herramienta vital dentro del proceso de Reclutamiento y Selección de las empresas.